"Lo más importante que logramos estos años fueron tres pozos de agua para la zona. Esto nos permite trabajar de otra manera, cambiar el manejo de los animales. Ahora les damos de comer, incluso tenemos silobolsa. Por supuesto que también mejoramos nuestro nivel de vida, porque ahora también tenemos una red de agua, que nunca antes existió". Así se expresó Graciela Medina, productora cabritera de La Esperanza, departamento Graneros, presidenta de la Asociación Grupos Unidos del Sur y representante en el Foro de Agricultura Familiar.
"Para nosotros, las mejoras llegaron de la mano del agua. Este es el logro más importante desde 2003", comentó a LA GACETA Rural, luego de exponer en la 3ra Expo Láctea del Norte 2012.
"El agua nos ha dado más previsibilidad y seguridad de alimentos y de consumo. También podemos hacer riego, asi que el cambio es importante", reafirmó.
Cuando Graciela y su esposo -Diego Jerez-, llegaron a la zona, tenían 30 cabras. "Hoy tenemos una majada de 150 cabras y 150 ovejas. Ahora puedo decir que vivimos de los animales, porque antes nos costaba mucho poder sustentarnos", dijo orgullosa. "A veces teníamos para comer y otras no. Ahora, con el agua, puedo decir que podemos vivir de las cabras", reconoció la mujer, esposa y productora.
¿Qué utilidad le dan a los animales?, consultó nuestro diario. "Hacemos cabritos, corderos, queso y dulce de leche. Y de la cabra vieja se logra un aprovechamiento total porque hacemos chorizos y hamburguesas", señaló.
Pero el agua no es todo. "El tema de la comercialización es un dolor de cabeza, uno de los más difíciles; recién estamos comenzando a trabajar. Por ejemplo, vendemos 1 kg de queso a $ 15, y en otros lugares lo venden a entre $ 50 y $ 60. Nosotros estamos muy mal en el tema comercialización; necesitamos mejorar", reconoció con preocupación. "Al principio priorizamos obtener el agua, y ahora que la tenemos, vamos a trabajar para mejorar todo lo relacionado con el comercio de nuestros productos", concluyó.